Si estás pensando en renovar tu cocina, pero tu presupuesto es algo ajustado, este artículo te va a interesar. Para darle una vuelta a esta zona de la casa no hace falta quitar azulejos o sustituir los armarios. Sabemos que eso supone un coste extra. Pero ¿qué te parece pintar sólo los muebles de tu cocina? Es una solución sencilla, rápida y económica y será como estrenar una nueva. Y ¿cómo podemos pintar nosotros mismos los muebles viejos de nuestra propia cocina? Fíjate en los siguientes pasos que te proponemos y verás qué fácil es.
Antes de empezar…¡planificación!
Es imprescindible que tengas en cuenta cómo planificar ese cambio en tu cocina para darle un aire completamente nuevo. Qué productos o materiales vas a utilizar, por dónde comenzar y cómo llevar a cabo esta tarea. Te damos algunos consejos:
- Ventila la cocina. La pintura desprende un fuerte olor. Así que mientras estés trabajando, mantén bien ventilada tu cocina. Abre, además, las ventanas del resto de la casa.
- Necesitarás espacio. Mientras estés pintando armarios o cajones, debes calcular un espacio adicional donde dejarlos para que se sequen al aire antes de colocarlos de nuevo en su sitio.
- Prepara lijadoras si los armarios están acabados en madera, trapos y esponjas para quitar restos antes de pasar a la pintura.
- Tiradores. ¿Vas a mantener los antiguos o vas a renovarlos? Porque tienes que tener en cuenta si los nuevos encajan perfectamente en los agujeros. Si no, tápalos con masilla antes de pintar.
- La pintura. Y lo más importante, prepara la pintura que necesites. En el mercado puedes encontrar de varios tipos y multitud de colores. Elige la que más te guste. Déjate asesorar por expertos en pinturas ante cualquier duda.
- Desengrasa todas las superficies que vas a pintar. Saca las puertas de los armarios para que accedas bien a todas las zonas donde queda acumuda la grasa. Retira toda la suciedad y utiliza para ello cualquier producto sin miedo a estropear el brillo o la pintura actual.
¿Pintura acrílica o sintética?
El esmalte sintético es el más duradero. Los productos con disolvente nos van a garantizan mejores resultados porque resisten mejor a los productos abrasivos de limpieza y evita que la pintura no cambie de color con el paso del tiempo. Este tipo de pintura puede diluirse en agua o en disolvente. Podrás encontrar multitud de colores distintos.
Elige los colores
En función de las características de tu cocina, elige colores más claros u oscuros o si eres más atrevido, apuesta por el colorido sin miedo. Ya sabes que el blanco da sensación de amplitud y que los colores cálidos recargan mucho el espacio.
¡A lijar!
Una vez desmontados los armarios y cajones que vamos a pintar, los lijamos para quitar el barniz existente y dejarlos mate. Así las capas de pintura se van a adherir mucho mejor cuando llegue el momento.
Podemos utilizar una lijadora eléctrica o hacerlo a mano. Para aquellas zonas donde no llegue la propia lijadora, utiliza una esponja de lija. Luego limpia la superficie con un trapo húmedo o, incluso si fuera necesario, con un desengrasante.
Imprimación
Una vez lijados los muebles y antes de empezar a pintar, da una mano de imprimación con un rodillo o una brocha. Con este producto, que es similar a la pintura, se va a facilitar su adhesión y mejor acabado. Es mejor que utilices una imprimación al disolvente, ya que los muebles de cocina suelen acumular grasa y es mucho mejor que la imprimación en base agua. Luego hay que esperar 48 horas a que se seque.
¡A pintar!
Para ello utilizaremos un rodillo, que puede ser de poro cero o de espuma o también se puede pintar con pistola. Hay que emplear dos manos de esmalte, pero deja un tiempo de secado óptimo entre una y otra. Con dos capas de pintura bien extendida es suficiente, salvo si es blanco que harían falta tres capas. Pasa una esponja de lija fina para quitar impurezas como polvo o pelos del propio rodillo. Dejaremos pasar, al menos 24 horas antes de colocar las puertas en los armarios.
Cómo pintar los muebles de cocina lacados
Si tus armarios, cajones y muebles de cocina ya están lacados, primero de todo tienes que lijar la superficie hasta quitar el brillo del todo, así abriremos el poro a la pintura y la que añadamos después se adhiera correctamente. La laca para pintar es mejor aplicarla con pistola, el resultado es más liso y uniforme. Y hay dos tipos:
- Laca nitrocelulosa. Es un producto de un componente únicamente, que ya no necesita ni secante ni abrillantador.
- Laca de dos componentes. Es más incómoda de utilizar porque debemos mezclar catalizador, que actúa como secante, y la propia laca, en sus justas proporciones.
Cómo pintar los muebles de cocina de melamina
Primero de todo hay que lijar bien nuestros muebles antiguos. A continuación, aplicaremos una imprimación; pasa después una lija fina de esponja para quitar las impurezas que pudieran quedar. Se limpia bien y luego pintaremos