Uno de los aspectos más importantes de una cocina es el suelo. Este debe ser estético, pero también fácil de limpiar y resistente. Además, el tipo de suelo que utilices puede cambiar por completo el aspecto de tu cocina. Por lo tanto, si quieres reformar este espacio de tu casa, en este artículo te ofrecemos toda la información necesaria para que elijas el tipo de suelo que mejor se adapte a tus necesidades y al estilo de tu cocina.

¿Qué debes tomar en cuenta al cambiar el suelo de la cocina?

La cocina es una de las estancias de la casa que experimenta mayor actividad. El ajetreo del día a día, cocinar, lavar los platos hacen que el suelo sea susceptible a derrames de líquidos, restos de comida, golpes y arañazos. Por ello, es necesario contar con un suelo de cocina resistente, impermeable y fácil de limpiar.

Entre las cosas que debemos tomar en cuenta al elegir el tipo de suelo están los siguientes factores:

  • Limpieza: el suelo de la cocina suele mancharse continuamente. Comida que cae al suelo, agua, la mascota, los niños comiendo… son muchas las causas que hacen necesario que escojamos un suelo de buena calidad, resistente, fácil de limpiar y duradero.
  • Resistencia: además de ser fácil de limpiar, el suelo de la cocina debe ser resistente. Debe ser capaz de aguantar golpes y arañazos cuando se nos cae una olla o los cubiertos al suelo. También debe ser impermeable, para no absorber líquidos y repeler manchas. Un suelo resistente tendrá gran durabilidad, lo que evitará que tengamos que pensar en cambiar el suelo de la cocina cada pocos años.
  • Seguridad: otro aspecto que vale la pena tomar en cuenta si quieres aplicar un tratamiento antideslizante al suelo para evitar resbalones y accidentes en la cocina.
  • Superficie de la cocina: el tamaño de tu cocina puede afectar el presupuesto. Por ejemplo, una cocina grande requerirá de más material, por lo que será más costosa. En estos casos, podemos optar por un material para el suelo más económico para ahorrar en costos.
  • Estilo: además de su practicidad, el suelo de nuestra cocina debe aportar a la estética de la estancia, combinando con los muebles y la decoración de la cocina. El suelo también es una oportunidad de añadir calidez y luminosidad al espacio.

Tipos de suelo de cocina

Existen numerosos tipos de suelo de cocina dependiendo de su material. Cada tipo de material aporta ciertas características al suelo de nuestra cocina.

·         Suelos de cerámica

Los suelos de cerámica son resistentes, impermeables y duraderos, por lo que resistirán a la perfección el ajetreo diario de la cocina. El derramamiento de líquidos o los rayones no serán un problema. Además, son muy fáciles de limpiar. Tan solo requieren de un poco de agua y algún producto para suelos.

Adicionalmente, este tipo de suelo de cocina cuenta con diversos estilos y diseños. Pueden incluso imitar las vetas de la madera, la piedra y otros tipos de materiales, por lo que hacen de tu cocina un espacio acogedor y estético, sin necesitar de los cuidados especiales que requiere la madera, por ejemplo. Si buscas un resultado aun más exquisito, es una buena opción elegir piezas de cerámica más grandes, para evitar que haya demasiadas juntas. Sin embargo, esto es más costoso pues mientras más grandes sean las piezas, más caro es el metro cuadrado.

·         Suelo de piedra natural

El mármol, el granito y la pizarra son los tipos de piedras más utilizadas en los suelos de la cocina, pues son materiales resistentes y duraderos. Aunque su precio es elevado, si se emplean los cuidados necesarios, este tipo de suelo puede durar muchos años en perfectas condiciones.

Al ser piedras porosas, el mármol y el granito deben ser tratados. De esta forma se impermeabilizarán y no absorberán líquidos. También es necesarios pulirlos ocasionalmente para que recobren el brillo y aspecto inicial.

En cuanto a diseño y estilo, la gama de colores para el granito y el mármol es amplia. La pizarra ofrece menos variedad, pero todavía cuenta con varias opciones como pizarra negra, verde, gris, azulada y rojiza. Los suelos de piedra aportan elegancia a la cocina y pueden combinarse con encimeras del mismo material para crear un espacio más armonioso.

·         Suelos de madera

Uno de los principales rasgos de los suelos de madera es su capacidad de hacer que los espacios sean acogedores. Lo mismo ocurre en la cocina, incluso en cocinas pequeñas. La gran variedad de tipos de madera, con diferentes tonos y veteados, hacen que este material se adapte a todos los gustos.

Sin embargo, es importante tomar en cuenta que la madera requiere de muchos cuidados, sobre todo en un espacio con tanta actividad como la cocina. Es necesario evitar que absorba humedad y limpiar las manchas con rapidez para que no se queden marcadas en la superficie.

El suelo de madera es especialmente recomendable en cocinas de estilo americano o abiertas, cuando el salón y el resto de la casa tienen el suelo del mismo material. Esto ayuda a crear una sensación de fluidez entre los espacios y mayor amplitud.

Cocina con suelo de madera
Cocina moderna con suelo de madera que aporta calidez al ambiente.

·         Suelos laminados

Los suelos laminados son una excelente alternativa a la madera natural, cuando queremos disfrutar de la apariencia de la madera, pero queremos un material más resistente.

Entre las ventajas de los suelos laminados está que son más resistentes y económicos que la madera, y su mantenimiento es sencillo, pues no requiere de cuidados especiales. Adicionalmente, son impermeables lo que los hace perfectos para la cocina. Inclusive, las juntas de este tipo de material no son un problema, pues podemos optar por juntas selladas.

Sin embargo, es importante optar por un suelo laminado de buena calidad, pues de lo contrario, se producirán rayones con más facilidad. También es necesario que, si tienes calefacción radiada, consultes con el fabricante, ya que existe la posibilidad de que dañe el material.

·         Suelo porcelánico

Los diseños de los suelos porcelánicos pueden imitar con grandes acabados y diferentes texturas materiales como la piedra, la madera y la cerámica. Por lo tanto, son una gran alternativa a estos materiales. Entre sus ventajas están su resistencia a los golpes, su impermeabilidad y lo fácil que son de limpiar.

Sin embargo, el precio de este material suele ser bastante elevado y aumenta dependiendo del tamaño de las baldosas que utilicemos.

·         Suelo de microcemento

El microcemento cuenta con la ventaja de que se puede colocar sobre el suelo ya existente, lo que facilita la reforma. También puede usarse en paredes y encimeras. Este tipo de material no necesita de untas, por lo que se trata de un suelo muy limpio, ideal para cocinas con mucha actividad.

El microcemento puede ser de cualquier color, por lo que resulta sencillo de combinar con electrodomésticos y muebles. Además, con un tratamiento especial puede hacerse antideslizante e impermeable.

A pesar de su versatilidad, usar este material en todas las superficies de la cocina puede hacer que este espacio luzca poco. Por este motivo, es recomendable combinarlo con otros materiales.

Entre las desventajas del microcemento están que puede agrietarse si no se cuida adecuadamente y que es más caro que materiales como el gres.

·         Suelos de linóleo

Aunque suene anticuado, el linóleo es uno de los mejores materiales que podemos escoger para nuestra cocina. Al ser de origen natural, es biodegradable, algo de suma importancia en la actualidad.

Aunque es biodegradable, tiene también una gran durabilidad, pudiendo durar décadas si se invierte en un linóleo espeso y se cuida con mimo. Adicionalmente, es impermeable y se limpia con facilidad. Su acabado es mate, por lo que no es necesario pulirlo

Este material es uno de los más económicos y cuenta con una instalación sencilla, pues se puede colocar sobre el suelo existente. Su formato, normalmente en rollo, viene en numerosos colores y diseños.

Cocina con suelo de linóleo
Cocina en amarillo con suelo de linóleo para crear un diseño vintage.

·         Suelos vinílicos

Este tipo de suelo es ideal para presupuestos reducidos, pues ofrece diseño y comodidad por un precio económico. Los suelos vinílicos son capaces de imitar otros materiales, además de ser resistentes al agua. Además, su instalación es sencilla, pues pueden colocarse sobre otros suelos. En este sentido, existen dos tipos de suelos vinílicos con diferentes procesos de instalación

  • Rollos: en este caso, basta con saber cuánto mide exactamente el suelo de la cocina, encargar el material y colocarlo.
  • En lamas: este tipo cuenta con varias piezas que se encajan, sujetándose entre sí, haciendo el proceso de instalación rápido y fácil. Las juntas entre piezas son muy discretas y finas por lo que el resultado final es una cocina muy estética.

 

·         Suelos hidráulicos

Si prefieres dar un toque retro a tu cocina, te recomendamos los suelos de baldosa decorados con diversos motivos. Los suelos hidráulicos son tendencia nuevamente, no solo porque le dan carácter a tu cocina, sin también porque resisten muy bien la suciedad y están disponibles en gran cantidad de diseños.

Al tratarse de un material poroso, es recomendable tratarlo para evitar que absorba líquidos y manchas.

Independientemente del estilo que quieres para tu cocina y tu presupuesto, hay un tipo de suelo que se adapta a tus necesidades. Cada uno de ellos, madera, cerámica, piedra, laminado, microcemento, porcelánica, linóleo, cuenta con la capacidad de aportar confort, estilo y practicidad a tu cocina. Ahora, solo queda elegir la mejor opción para tu casa.